CLAVES EN LA DECORACIÓN DE UNA CASA VICTORIANA
El estilo romántico del renacimiento gótico medieval, lo que hoy conocemos como estilo Victoriano, surgió en la Inglaterra del siglo XIX como reacción a la simetría de Palladianismo.
Lo que consideramos estilo «victoriano» es, en general, una fusión de la apariencia y estilo de diferentes períodos anteriores a su aparición. Influencias góticas y medievales son evidentes en muchos arquetipos de diseño de interiores victoriano. Pero también otros como el estilo de la reina Ana, el renacimiento clásico, el italiano y el renacimiento románico, con claras influencias de Oriente Medio y Asia en muebles, accesorios y decoración de interiores.
El movimiento Arts and Crafts, el movimiento estético, el estilo anglo-japonés y el estilo Art Nouveau tienen sus comienzos en la era victoriana tardía y el período gótico.
Este estilo tiene una influencia evidente en lo contemporáneo y trasciende a lo que puramente arquitectónico y decorativo para reflejarse en otros artes como es la pintura y la escultura pero también la moda.
Arquitectura
La mayoría de las casas de estilo victoriano se caracterizan por:
- Ser estrechas y altas. Lo que permitía construir estas impresionantes bellezas cerca unas de otras y en el centro de la ciudad. Generalmente tenían tres pisos de altura.
- Tener espectaculares escaleras con balaustres de madera torneada o hierro forjado que conducen a majestuosos porches. Entradas grandes y complicadas que se construían con la única pretensión de exhibir su riqueza.
- Contar con Torres y torreones. Los diseños victorianos de la época temprana cuentan con torres que le proporcionan a estas casas una apariencia de castillo y recuerdan el gótico y donde alojaban exclusivas habitaciones dedicadas a dormitorios o bibliotecas. Estas torres pueden impresionar extraordinariamente ya que a menudo estas casas tenían tres o cuatro pisos de altura.
- Disfrutar de grandes ventanas con vidrios de colores, una peculiaridad típica en todas las casas victorianas.
- Presentar un diseño asimétrico. Los arquitectos de la época victoriana procuraban casas únicas y aunque el diseño básico es similar, cada una de ellas cuenta con detalles arquitectónicos singulares que le otorgan una personalidad propia.
Un hecho importante favoreció el desarrollo de esta tendencia que fue La Revolución Industrial (una de las empresas cuna de esta revolución fue Coalbrookdale Iron Company situada en condado de Shropshire, Inglaterra) y, por ende, la expansión de los ferrocarriles, que permitió la utilización de productos prefabricados, como el vidrio, el granito y los azulejos.
Otra circunstancia fundamental fue la incorporación de materiales metálicos como componentes de construcción. En un principio las estructuras se erigieron con marcos de hierro forjado. Este material debido a la debilidad de la tensión, se fue eliminando gradualmente sustituyéndose por un acero, estructuralmente más sólido. Estos revestimientos de techo eran fáciles de fabricar en aquella época.
Así mismo, se utilizaban como revestimientos de techos láminas recubiertas de estaño por las dos caras, representando complicados dibujos ornamentales. El estaño, además, cumplía una doble función: por un lado era un excelente aislante térmico que permitía preservar el calor en unas estancias con techos altos y por otro, cumplía una función claramente decorativa.
Cuando imaginamos una casa victoriana, nos viene a la mente una deslumbrante casa de muñecas o quizá una solemne casa embrujada. Ambas son de estilo victoriano por excelencia, sin embargo, técnicamente, la arquitectura victoriana se refiere a la época y no a un estilo concreto. No obstante según Grant, en general, los estilos que están relacionados con este período son aquellos que «enfatizan la verticalidad, la decoración y una mezcla de materiales y colores”.
Ejemplos notables de la arquitectura victoriana se pueden ver en las ciudades de Londres, Boston (en el distrito de South End), Saint Louis, Galveston, San Francisco, Glasgow, Melbourne, Manchester, Bombay y Nueva Orleáns. El barrio de Boston «The South End» es el barrio victoriano más grande y antiguo de los Estados Unidos. «The Distillery District» en Toronto contiene el conjunto mejor preservado y de mayor tamaño de arquitectura industrial de la era victoriana en Norteamérica.
Decoración de paredes y techos.
Los materiales de revestimiento más utilizados fueron el mármol pero también la madera y era muy común rayar el yeso húmedo para que pareciera bloques de piedra. También el papel tapiz en una amplia gama de diseños inspirados en el arte gótico; pájaros y mariposas revoloteando y patrones florales con hojas estilizadas, elaborados con colores dinámicos (rojo, azul y amarillo) de una manera casi extravagante y moderados por fondos en tonos neutros (crema y matices tierra). Uno de los grandes diseñadores de papel tapiz fue William Morris.
El papel en relieve se utilizó a menudo en techos y frisos.
Las tonalidades con las que comúnmente decoraban las casas victorianas eran los verdes terrosos, púrpuras intensos, rojos y amarillos, además los lila, lavanda, verde azulado y azul marino. El borgoña, el oro y el cobre también fueron opciones muy populares de color de la época.
Combinaciones como rojo con verde o amarillo con púrpura, el azul con el verde o el rojo con el naranja y también colores más enérgicos con neutros como el beige, crema y gris pardo.
Un dato curioso: utilizaban un gris velado para las paredes del hall de entrada así como de los pasillos y de las escaleras con la intención de no rivalizar con las habitaciones circundantes.
Los techos estaban teñidos tres tonos más claro que el color de las paredes y generalmente tenía una alta calidad de ornamentación porque se favorecían los techos decorados.
Existían normas específicas para la elección y disposición del color interior. Una de ellas era la «armonía por analogía» que consistía en utilizar los colores que se encontraban uno al lado del otro en la rueda de colores. Otra fue la «armonía por contraste» que se basaba en utilizar los colores que eran opuestos entre sí en la rueda de colores.
En esta época se creó por Frederick Walton, quién también creo el linóleo, un proceso para estampar aceite de linaza semilíquido, apoyado con papel o lona impermeabilizados. Se llamaba Lincrusta y se aplicaba como papel tapiz. Un tipo de revestimiento que facilitó la revisión del aceite y lo hizo parecer madera o e incluso diferentes tipos de cuero.
Los suelos
En lo que se refiere a los solados, utilizaban la técnica de barnizado de pisos. Esta práctica aportaba un interés especial hacia los suelos y además ha permitido superar la prueba del tiempo. Y es que muchos propietarios lo preferían a las alfombras. Destacan baldosas con dibujos o diseños en blanco y negro para los pasillos y el mármol que adornaba los recibidores de estas casas victorianas.
La decoración y el diseño victorianos son ampliamente reconocidos por un gran exceso de adorno
La decoración y el diseño de interior en la época victoriana destacan por el orden y la ornamentación. Una casa ideal de este período separaba cuidadosamente los espacios públicos de los privados. El salón era la habitación más importante del hogar y era el gran escaparate donde propietarios e invitados se entretenían. El comedor era la segunda habitación más importante de la casa. El aparador era con frecuencia el punto focal del comedor y estaba decorado de forma muy ornamentada porque se entendía que una habitación desnuda era sinónimo de mal gusto, por lo que cada rincón y cada superficie estaban llenas de objetos que reflejaban la fortuna y las pretensiones de su propietario.
Además empezaron a cultivar arbustos y plantas exóticas, como el nenúfar, que traían de tierras remotas, creando así un tándem singular entre el impresionante edificio y su jardín exuberante.
El mobiliario
Para la elección de muebles la preferencia fueron las maderas de caoba de profundo color, roble o nogal que teñían en tonos oscuros para dar un aspecto de antigüedad. Se utilizaban perfiles curvos con exuberantes y profundas tallas. También en el mobiliario, el progreso en las técnicas industriales que provocó además el abaratamiento de los costes, facilitó la fabricación de chapeados, la elaboración de madera curvada y la utilización de metal. El papier mâché fue otro material muy empleado en el mueble victoriano, se laqueaba de color negro y se decoraba con nácar.
El afán por decorar en exceso los muebles, hace que se desarrollen otras maestrías. En la década de 1820 se empezó a aplicar con un gran éxito, en escribanías, bandejas y otras piezas domésticas, incrustaciones de madreperla.
Durante la era victoriana se desarrollan varios estilos decorativos. En los primeros años los muebles, al igual que apuntaba en la arquitectura, es un revival de estilos históricos.
El siglo XIX comienza con el Neoclasicismo del estilo Regencia, pero poco a poco la pureza clásica que había sido seña de identidad de los creadores empieza a perder su fuerza, los muebles se van volviendo más pesados a la vista y con tallas de hojas de loto y ornamentos griegos cada vez más elaboradas.
El estilo más reconocible y típicamente victoriano es el Estilo Naturalista. Destaca por el uso de generosas curvas, tallas y tapizados y por la inspiración en las formas naturales. Pero este estilo acabó tornándose exagerado.
Otro de los estilos fue el Neorrococó que llegó a convertirse en uno de los más prolíficos del periodo victoriano, con una etapa de esplendor entre 1840 y 1865, recuperó las piezas grandiosas y de profunda ornamentación y formas ampulosas de tiempos de Luis XV.
Sin embargo el estilo más apreciado de la época victoriana fue el Gótico, entre 1860 y 1890. Pionero de este Gothic Revival y uno de sus máximos exponentes fue el arquitecto y decorador August Welby Northmore Pugin.
Participó en la decoración entre junio de 1844 y febrero de 1852 del nuevo palacio de Westminster
Paralelamente, entre 1865 y 1890 se desarrolla el denominado Movimiento Estético, término que califica a aquellas firmas que se consideraban fuera de las manufacturas habituales. Las creaciones estrella resultantes son los cabinets y otros muebles de madera ebonizada en tonos oscuros.
La producción de Edward William Godwin (1833- 1886), inspirada en el arte japonés, se desarrolló en esta etapa y su pieza más elogiada es un aparador custodiado en el Victoria & Albert Museum.
En resumen, los muebles victorianos son reconocidos por sus elegantes curvas y tonos intensos, ofrecen una sensación de belleza regia capaz de realzar el ambiente de cualquier habitación. Se trata de muebles de madera excepcionales, de aspecto pesado, en tonos oscuros y tallados en relieve.
Artículos decorativos
Predominaban una gran variedad de detalles decorativos. Los adornos más empleados tenían que ver con la taxidermia, curiosidades, objetos traídos de tierras lejanas y un sinfín de antigüedades y artículos para mostrar en sus estantes. Hacia el final del periodo, la fotografía se generalizó lo cual favoreció que se muestren retratos de toda índole en las salas de estar y en los despachos de las casas victorianas.
Decoraban cualquier objeto: las manijas de los cajones, las patas de la mesa, y en cualquier superficie se instalaban conjuntos de bandejas, frascos decorativos, lámparas…
Introdujeron las plantas de interior como elemento decorativo.
Son frecuentes las máscaras tribales de influencias africana y oriental.
Telas
En esta época lucen pesadas cortinas de terciopelo, cortinas con recargados encajes coronadas por lujosos guardamalletas. La importancia que daban en aquella época a la intimidad imponía el uso de tejidos elaborados con materiales opacos entre los que destacaban los satinados con su elegante brillo exterior, con cuerpo y la caída perfecta. Este suave tejido es ideal para dar un toque elegante.
La fascinación por la naturaleza también se reflejaba en los motivos decorativos de las alfombras: animales y plantas en ambientes selváticos. El gusto por lo tribal aparece también en las llamativas alfombras de piel.
Tu casa victoriana
Las claves en la decoración de una casa victoriana serían, aunque no tiene que haber una precisión histórica, crear ambiente aplicando en las paredes colores vibrantes, oro, verde, azul; también se puede combinar pintura en tonos neutros con papel pintado de motivos vegetales o dibujos sinuosos. Y para un victoriano renovado, texturas en tonos variados sobre fondo blanco.
Utiliza tejidos estampados con esquemas atrevidos y originales como estos para cortinas, tapizados y alfombras.
Busca en tiendas de antigüedades muebles, objetos, gadgets y cualquier pieza que inspiren la época victoriana.
Diseñadores de hoy crean sus propias «líneas victorianas» como tendencias de decoración. Podrás encontrar muebles en este enlace.
En tus viajes al extranjero aprovecha para comprar objetos típicos del lugar con los que, además de recordar buenos momentos, te proporcionarán el entorno deseado. También te ayudará colocar retratos en la sala de estar o en el estudio.
Pero si tu casa es pequeña, no agobies el espacio con esquemas grandes o demasiados adornos. Elige pequeñas piezas o detalles que puedan dar el toque victoriano.
Hasta el próximo post.