CABECEROS INFANTILES: QUÉ DEBEMOS TENER EN CUENTA
¡Hay que ver con cuánto mimo decoramos las habitaciones infantiles! Proyectamos en ellas ilusiones, fantasía, color, imaginación,… en fin, el mundo de nuestros hijos. Por eso son tan importantes.
Me veo a mí misma asomándome a la habitación de mi hija de pequeña, cuando se acostaba, para desearle buenas noches. Antes de apagar la luz me gustaba verla acurrucada entre las sábanas y echaba un último vistazo al cuarto, alegre y colorido, pero también relajante y práctico, pensado a su medida, teniendo en cuenta sus necesidades y sus gustos. En fin, un lugar no solo para descansar y estudiar sino también para jugar, para soñar: su pequeño universo. Entonces sonreía satisfecha y apagaba la luz.
Me imagino que tú también lo has hecho o lo harás alguna vez, si aún no tienes niños. Pero antes de llegar a ese punto hay mucho trabajo por hacer: elegir colores y materiales para las paredes, planificar zonas de almacenaje, zona de juegos, armarios, iluminación, textiles y, por supuesto, la cama.
CAMAS PARA TODOS LOS GUSTOS
A este respecto tenemos un montón de opciones: desde las camas puente, integradas con el armario, hasta literas, camas nido, camas con espacio de almacenaje debajo, también las hay elevadas con zona de juegos o de estudio en la parte inferior o sencillamente una cama tradicional (con cabecero, largueros y pie de cama). Y luego nos queda la opción de una base sobre la que descansa el colchón más un cabecero anclado en la pared.
Un buen cabecero suele convertirse en el foco de atención del cuarto de los niños. En el mercado existe una amplia variedad de cabeceros para camas infantiles. Podremos elegir entre diseños clásicos, funcionales, imaginativos, modernos, originales,… Para decidirnos mejor vamos a fijarnos en dos aspectos fundamentales: en primer lugar el material del que está hecho y, en segundo, el motivo o elemento decorativo de nuestro cabecero.
MATERIALES PARA CABECEROS INFANTILES
Comodidad, fácil mantenimiento, resistencia, precio, originalidad son algunos de los factores a tener en cuenta a la hora de buscar el cabecero ideal. Cada material tiene sus propias características, así que te tocará decidir cuál eliges en función de tus necesidades.
MADERA
Todo un clásico, cálido y duradero. El primero que me viene a la mente es el típico de barrotes que tenía en casa de mis padres, aunque hoy en día podemos encontrarlos con forma de casita, de nube, de castillo, de coche,… Una ventaja de la madera es que permite una gran variedad de acabados: pintado, decapado, barnizado,…
TAPIZADO
Mullido y confortable, un cabecero tapizado da mucho juego en cuanto a formas y acabados. Eso sí, es un poquito delicado en lo referido a desgaste y resistencia frente a travesuras infantiles. Si a tus peques les gusta leer en la cama, te recomendamos que utilicen almohadones para recostarse, porque aun siendo muy cómodos, con el roce frecuente el tejido de los tapizados puede sufrir y es posible que con el tiempo quede la marca en el lugar donde apoyan la cabeza.
Una de sus ventajas es que admiten multitud de colores y estampados. De hecho, puedes hacer que combinen perfectamente con el resto de textiles y tonos de la habitación. Además resultan una opción muy elegante.
HIERRO
Desde los clásicos con barrotes hasta los más imaginativos, los cabeceros de hierro son un acierto por su resistencia al paso del tiempo y su fácil mantenimiento. Desde luego, a prueba de niños. Puedes elegir un delicado cabecero de forja, de formas suaves y románticas, pero también existen en el mercado modelos muy frescos y actuales que rompen con la idea de la clásica cama de hierro.
Hay quien rechaza los cabeceros con barrotes por miedo a que los niños metan la cabeza entre ellos, pero no te preiocupes por eso: la estructura está pegada a la pared, no hay espacio para que ningún diablillo pueda quedarse atrapado accidentalmente.

VINILO
Se han puesto muy de moda. Puedes encontrar diseños listos para comprar, o bien personalizar el tuyo, con fotos o dibujos elegidos o diseñados por ti. Si te decantas por un vinilo como cabecero es conveniente que dispongas almohadones y cojines sobre la pared para evitar golpes en la cabeza. De los vinilos podemos destacar que su precio no es alto y son fáciles de colocar.
DIY
¿Quieres hacerlo tú misma? Perfecto. Solo tienes que dejar volar tu imaginación y ser un poco manitas. Y por si te falla la inspiración, a continuación te proponemos unas cuantas ideas muy originales y nada complicadas. Además tienes la posibilidad de reutilizar materiales u objetos que de otro modo terminarían en la basura: responsable y económico.
Aquí te dejo un tutorial para que hagas tu propio cabecero con unas tablas de palés. Muy fácil y chulo.
DIBUJADO SOBRE LA PARED
Original y barato. Aquí puedes sacar a relucir tu vena creativa… o la de tus hijos. En tu mano está realizar dibujos sencillos, utilizar plantillas de stencil o sencillamente estampar las huellas de vuestras manos con pintura de colores. Eso sí, como en el caso anterior, protege con cojines la zona del cabecero. Más personal y económico imposible.
UN MUNDO DE CABECEROS
Otro aspecto que debes contemplar al decidirte por un cabecero infantil es qué aspecto tendrá.
Puede que prefieras uno sencillo, que no destaque del resto de la decoración, y también puedes elegir uno que sea el centro de atención, bien por su colorido, por su originalidad o por su temática.
En cuanto al tema, los hay personalizados con la inicial o con el nombre del niño. Últimamente están de moda los que llevan mensaje: puedes elegir una frase divertida, un pensamiento motivador o un fragmento de un poema. Puedes hacerlo tú misma sobre un sencillo tablero de DM o un palé de madera. Fácil y resultón.
Un modo de lograr una habitación original consiste en jugar con la forma del cabecero: nubes, tipis, coches, casitas, barcos… Un montón de sugerentes motivos de fantasía que les hará sentirse protagonistas de su propio cuento.
Seguro que a tu hijo o a tu hija le encantará un cabecero que le recuerde a alguno de sus ídolos infantiles: personajes de cuentos, de dibujos animados o superhéroes que velarán sus sueños y les darán los buenos días cada mañana.

Otra cosa que tendrás que definir si quieres un cabecero netamente infantil, para los primeros años, o prefieres uno que pase sin problemas la criba de la adolescencia. Ya sabemos que en cuanto les llega el pavo comienzan a rechazar todo lo que les suene a infancia. Es normal, buscan su propia identidad. Así que si lo que quieres es una cama que dure muchos años te recomiendo que busques un motivo que tenga que ver con sus gustos: ¿es deportista, le gusta el mar, la montaña, la música? ¡Pues ya sabes cómo acertar! Seguro que no se cansa de verlo todos los días.

UN PAR DE CONSEJOS
💡Adiós a los monstruos: Puedes alegrar la cama de tu peque con una guirnalda de luces, que además de decorar tiene una función muy práctica: sirve de luz quitamiedos.
💡Hora de vestir. Ya que tenemos un cabecero fantástico, no descuides la ropa de cama. Desde luego hay que elegirla bien bonita, pero ten en cuenta el efecto que quieres lograr. Si el cabecero es muy llamativo, decántate por ropa de cama sencilla, evitando estampados grandes y colores chillones, de esa manera el centro de atención recaerá sobre el cabecero. Por el contrario, si es de líneas simples, busca edredones, sábanas y cojines que llamen la atención y alegren el conjunto.

¡FELICES SUEÑOS!
Como verás, hay muchas opciones entre las que escoger. Ahora te toca a ti buscar el cabecero infantil ideal, ese que se adapta mejor a las necesidades y los gustos de tu hijo o de tu hija. Estoy completamente segura de que acertarás con la elección y que, igual que yo, echarás un vistazo satisfecha al cuarto de los niños cuando vayas a darles las buenas noches.
Hasta la próxima.
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