Buscábamos hacer un cabecero para niña que creciera con ella. Muchos cabeceros infantiles pecan de eso mismo: de infantiles, y a partir de los diez u once años las niñas ya se sienten muy mayores como para tener una «cama de princesas». Pero también es cierto que aún no son adultas, así que partiendo de la estructura tradicional de un cabecero de barrotes de hierro, hemos pensado en crear una cenefa con el típico elemento de los corazones, solo que en lugar de dejarlos alineados hemos jugado con ellos descolocándolos, dándoles una imagen más fresca y más dinámica, para que puedan adaptarse a la evolución de nuestras hijas y pasen la «prueba de fuego» de la adolescencia.
La estructura es de tubo de hierro rematada en dos pequeñas bolas y los corazones están hechos a mano uno a uno en hierro macizo. El color base es un metalizado satinado, pero admite múltiples acabados: que quieres una cama más infantil, pues te la pintamos en uno o dos colores, por ejemplo, la estructura blanca y los corazones rosas. Cuando tu hija crezca solo tienes que darle una capa de pintura (te recomendamos el metalizado, porque hace que la cama parezca un poco más moderna) ¡y ya está! Conseguirás que dure unos cuantos años más en su sitio.
La pieza de la imagen corresponde a un cabecero de 90 cm. y sus medidas son de 98×110 cm. También lo fabricamos para cama de 105 cm. Y si eres muy romántica y te apetece para tu habitación o la de invitados podemos adaptarlo a camas de 135 o 150cm.